La ecuación química para esta reacción es:
CaCO3 (piedra caliza) + 2HCl (ácido clorhídrico) → CaCl2 (cloruro de calcio) + H2O (agua) + CO2 (gas dióxido de carbono)
La reacción entre la piedra caliza y el ácido clorhídrico es un ejemplo de reacción ácido-base, donde el ácido (HCl) dona iones de hidrógeno (H+) a la base (CaCO3), lo que da como resultado la formación de una sal (CaCl2) y agua. El gas dióxido de carbono producido durante la reacción se escapa en forma de burbujas, provocando efervescencia y burbujeo.
La extensión de la reacción y la velocidad a la que ocurre dependen de varios factores, como la concentración del ácido clorhídrico, la temperatura de la mezcla de reacción y la superficie de la piedra caliza. El ácido clorhídrico diluido se usa comúnmente para tratar la piedra caliza porque permite una reacción controlada y previene la rápida descomposición de la roca.
En general, la reacción entre la piedra caliza y el ácido clorhídrico diluido da como resultado la disolución de la piedra caliza y la formación de cloruro de calcio, agua y dióxido de carbono.