1. Glándulas gástricas: El estómago contiene millones de pequeñas estructuras en forma de matraz llamadas glándulas gástricas. Estas glándulas están ubicadas en el revestimiento de la pared del estómago y son responsables de producir jugo gástrico.
2. Células parietales: Dentro de las glándulas gástricas hay células especializadas llamadas células parietales (también conocidas como células oxínticas). Las células parietales son las principales células responsables de la producción y secreción de ácido clorhídrico.
3. Bombas de protones: Las células parietales contienen en su superficie numerosas bombas de protones (H+-K+ ATPasas) que están incrustadas en la membrana celular. Estas bombas transportan activamente iones de hidrógeno (H+) desde el citoplasma de la célula hacia la luz del estómago contra un gradiente de concentración, utilizando energía de la descomposición del trifosfato de adenosina (ATP).
4. Transporte de cloruro: Simultáneamente, los iones cloruro (Cl-) siguen pasivamente el movimiento de los iones hidrógeno a través de canales de cloruro presentes en la superficie apical de las células parietales. Esto crea un gradiente electroquímico que facilita el movimiento de iones H+ y Cl- hacia la luz del estómago.
5. Formación de ácido clorhídrico: Los iones de hidrógeno (H+) secretados por las células parietales se combinan con iones de cloruro (Cl-) en la luz del estómago para formar ácido clorhídrico (HCL). Esto da como resultado un ambiente altamente ácido del estómago, que tiene un pH de alrededor de 1-2.
6. Reglamento: La producción de ácido clorhídrico está estrechamente regulada por diversas hormonas, neurotransmisores y factores locales del estómago. Por ejemplo, la hormona gastrina estimula las células parietales para que secreten HCL, mientras que otras hormonas como la somatostatina y las prostaglandinas pueden inhibir la secreción de HCL.
En general, el ácido clorhídrico es producido por las células parietales de las glándulas gástricas del estómago. Es un componente crucial del jugo gástrico y desempeña funciones esenciales en la digestión de los alimentos, la absorción de nutrientes y el mantenimiento del ambiente ácido necesario para el funcionamiento óptimo del estómago.