Centrifugación: En este método, la mezcla se coloca en una centrífuga y se hace girar a alta velocidad. Esto hace que el sólido no disuelto se deposite en el fondo del tubo mientras que el agua permanece suspendida en la parte superior. A continuación se puede separar el sólido vertiendo con cuidado el agua.
Decantación: Este método es similar a la centrifugación, pero no requiere el uso de una centrífuga. En lugar de ello, se deja reposar la mezcla hasta que el sólido no disuelto se deposite en el fondo. Luego se puede verter el agua con cuidado, dejando atrás el sólido.
Evaporación: Este método consiste en calentar la mezcla hasta que el agua se evapore. El sólido no disuelto quedará como residuo.