Una mezcla homogénea es una mezcla donde la composición y las propiedades son las mismas en toda la mezcla. Esto significa que las proporciones de nitrógeno y oxígeno serán las mismas en toda la mezcla y las propiedades (como la densidad, el punto de ebullición y el punto de fusión) también serán las mismas.
Tanto el nitrógeno como el oxígeno son gases y se mezclan libre y uniformemente entre sí. Esto se debe a que las moléculas de nitrógeno y oxígeno son pequeñas y no polares, lo que significa que no interactúan fuertemente entre sí. Esto les permite mezclarse fácilmente y formar una mezcla homogénea.
Por el contrario, una mezcla heterogénea es una mezcla donde la composición y las propiedades no son las mismas en toda la mezcla. Por ejemplo, una mezcla de arena y agua es heterogénea porque la arena y el agua no se mezclan uniformemente y las propiedades de la mezcla (como la densidad y el punto de ebullición) variarán según la ubicación en la mezcla.