1. Solubilidad:el benceno es un buen disolvente para muchos compuestos orgánicos. Si los cristales no son completamente insolubles en benceno, pueden disolverse durante la filtración, especialmente si el proceso de filtración es lento o si se utiliza una gran cantidad de benceno.
2. Sublimación:El benceno tiene un punto de ebullición relativamente bajo (80,1 °C). Si la filtración se realiza a una temperatura próxima al punto de ebullición del benceno, los cristales pueden sublimarse y vaporizarse, provocando su desaparición.
3. Descomposición:Algunos compuestos pueden ser inestables en presencia de benceno o en las condiciones utilizadas durante la filtración. Esto puede provocar la descomposición de los cristales y su conversión en otras sustancias que pueden ser solubles o volátiles.
4. Pérdida mecánica:Durante la filtración por succión, si el papel de filtro no está sellado adecuadamente o si la succión es demasiado fuerte, algunos cristales pueden perderse mecánicamente junto con el filtrado.
Para minimizar la pérdida de cristales durante la filtración por succión, es importante:
- Utilizar un disolvente en el que los cristales sean completamente insolubles.
- Mantener la temperatura de filtración por debajo del punto de ebullición del disolvente.
- Evitar la exposición prolongada de los cristales al disolvente.
- Utilice un papel de filtro debidamente sellado y aplique una succión suave para evitar la pérdida mecánica de cristales.