Contaminación del agua: El cloro-36 puede contaminar las fuentes de agua si se libera al medio ambiente, lo que resulta en una exposición a largo plazo para las personas que consumen agua contaminada.
Impacto ambiental: La producción y eliminación de cloro-36 puede tener impactos ambientales negativos, como la liberación de desechos radiactivos en los ecosistemas.
Exposición humana: El uso excesivo o inadecuado del cloro-36 en aplicaciones industriales puede provocar exposición humana, particularmente para personas que trabajan en plantas de energía nuclear o industrias que utilizan materiales radiactivos.
Gestión de residuos nucleares: El cloro-36 es un radionucleido de larga vida, lo que significa que persiste en el medio ambiente durante un largo período de tiempo. Esto presenta desafíos para la eliminación y gestión segura de los desechos nucleares que contienen cloro-36.
Es importante que las instalaciones e industrias que utilizan cloro-36 cumplan con estrictos protocolos de seguridad, pautas regulatorias y medidas de protección radiológica para minimizar los riesgos y posibles efectos para la salud asociados con este isótopo radiactivo.