También se puede producir hidrógeno a partir de gas natural mediante un proceso llamado reformado con vapor. En este proceso, el gas natural se hace reaccionar con vapor en presencia de un catalizador, como níquel o platino. La reacción produce hidrógeno, monóxido de carbono y agua. El monóxido de carbono se puede procesar aún más para producir hidrógeno y dióxido de carbono.
Otro proceso para producir hidrógeno es la gasificación de biomasa. En este proceso, los materiales orgánicos, como la madera o la materia vegetal, se calientan en ausencia de oxígeno. El proceso produce una mezcla de gases que contiene hidrógeno, monóxido de carbono, metano y otros gases. La mezcla de gases se puede procesar adicionalmente para separar el hidrógeno.
Finalmente, el hidrógeno se puede producir mediante un proceso llamado electrólisis de la salmuera. En este proceso, se electroliza una solución salina, como el cloruro de sodio, para producir hidrógeno y cloro. El proceso requiere un catalizador, como platino o iridio, para acelerar la reacción.