La fuerza de un ácido está determinada por su constante de disociación (Ka). El valor Ka representa el grado en que un ácido se disocia en agua. Cuanto mayor sea el valor de Ka, más fuerte será el ácido.
Los ácidos débiles tienen valores de Ka inferiores a 1. Esto significa que no se disocian completamente en agua. Algunos ejemplos de ácidos débiles incluyen el ácido acético (Ka =1,8 x 10^-5), el ácido carbónico (Ka =4,3 x 10^-7) y el ácido fluorhídrico (Ka =3,5 x 10^-4).
Los ácidos débiles desempeñan un papel importante en muchos procesos biológicos, como la regulación del pH en el cuerpo y la digestión de los alimentos. También se utilizan en una variedad de aplicaciones industriales, como la producción de fertilizantes, plásticos y productos farmacéuticos.