Para equilibrar una ecuación química, se suman coeficientes a los reactivos y productos. Estos coeficientes representan el número relativo de moles de cada sustancia que participan en la reacción. Ajustando los coeficientes, se puede hacer que la ecuación muestre que la masa total de los reactivos es igual a la masa total de los productos.
Por ejemplo, considere la siguiente ecuación química no balanceada:
$$2H_2 + O_2 → H_2O$$
En esta ecuación, hay dos moles de gas hidrógeno (H2) en el lado izquierdo de la ecuación, pero solo un mol de agua (H2O) en el lado derecho. Esto significa que la ecuación no está balanceada. Para equilibrar la ecuación, necesitamos agregar un coeficiente de 2 a la molécula de agua:
$$2H_2 + O_2 → 2H_2O$$
Ahora la ecuación está balanceada porque hay dos moles de átomos de hidrógeno en ambos lados de la ecuación y dos moles de átomos de oxígeno en ambos lados de la ecuación.
Equilibrar ecuaciones químicas es importante porque nos permite predecir con precisión los productos de una reacción química y calcular la cantidad de cada producto que se producirá.