Durante la reacción, se libera una cantidad importante de calor y luz, creando una erupción ardiente acompañada de chispas, vapores intensos y un sonido explosivo o de estallido. El cloruro de potasio resultante, por otro lado, es estable, incoloro y ampliamente utilizado en diversas aplicaciones, principalmente como fuente de iones potasio y cloruro.
En resumen, la combinación de potasio y cloro conduce a una reacción química muy rápida y contundente, formando cloruro de potasio con una luz vívida, pero el producto final es inofensivo y valioso en muchas industrias.