Los tintes orgánicos suelen ser coloreados. Son causadas por productos vegetales como el café, el jugo de uva, la sangre y los cosméticos, así como por alimentos que contienen proteínas o grasas como la carne, los huevos, la leche, la mantequilla y el queso. Las manchas orgánicas se eliminan limpiando con agua tibia y jabón, a menos que se fijen con calor, en cuyo caso es necesaria la limpieza con solvente.