La temperatura también puede afectar el pH de una solución. En general, el pH de una solución disminuye al aumentar la temperatura. Esto se debe a que la velocidad de disociación de las moléculas de agua aumenta al aumentar la temperatura, lo que conduce a una mayor concentración de iones de hidrógeno en la solución.
La concentración de otros compuestos en la solución también puede afectar el pH. Por ejemplo, la presencia de ácidos o bases fuertes puede alterar significativamente el pH de la solución.
Para un compuesto determinado, existe una concentración específica en la que el pH de la solución muestra un cambio notable. En el contexto de ácidos y bases débiles, esta concentración específica suele corresponder al valor pKa o pKb del compuesto, respectivamente.