Hay 80 elementos estables, que van desde el hidrógeno (número atómico 1) hasta el plomo (número atómico 82). Los isótopos de estos elementos también son estables, lo que significa que no sufren desintegración radiactiva.
La estabilidad de un elemento está determinada por el número de protones y neutrones en su núcleo. Cuantos más protones y neutrones tenga un elemento, más estable será. Esto se debe a que los protones y neutrones de un núcleo se atraen entre sí y esta atracción ayuda a mantener unido el núcleo.
Los elementos más estables son aquellos que tienen igual número de protones y neutrones. Estos elementos se denominan núcleos "pares-pares". Los núcleos impares, que tienen un número impar de protones y neutrones, son menos estables que los núcleos pares.
La estabilidad de un elemento también puede verse afectada por la presencia de números mágicos de protones o neutrones. Los números mágicos son ciertos números de protones o neutrones que hacen que un núcleo sea particularmente estable. Los números mágicos son 2, 8, 20, 28, 50, 82 y 126.
Los elementos que tienen números mágicos de protones o neutrones son más estables que los elementos que no tienen números mágicos. Esto se debe a que los números mágicos representan las disposiciones más estables de protones y neutrones en un núcleo.
Los elementos estables son esenciales para la vida. Son los componentes básicos de toda la materia y proporcionan la energía que necesitamos para sobrevivir. Sin elementos estables la vida no sería posible.