Una esponja es un material poroso que puede absorber y retener grandes cantidades de agua u otros líquidos. Está compuesto por una red de fibras proteicas llamadas esponginas, que son secretadas por ciertos animales marinos como las esponjas. Las fibras de la esponja están dispuestas de manera que crean poros o canales que permiten que el agua fluya a través de la esponja.
La composición de una esponja puede variar según el tipo de esponja, pero normalmente contiene una mezcla de materiales orgánicos e inorgánicos, que incluyen proteínas, carbohidratos, minerales y pigmentos. Los componentes orgánicos son responsables de la elasticidad y la capacidad de la esponja para absorber agua, mientras que los componentes inorgánicos proporcionan soporte estructural y rigidez.
Por tanto, una esponja es una mezcla de diferentes materiales y no una sustancia pura.