1. Quemaduras químicas: Los ácidos y bases fuertes pueden provocar quemaduras químicas, que son daños graves a los tejidos como resultado del contacto con sustancias corrosivas. Estas quemaduras pueden variar desde primer grado (superficial) hasta tercer grado (profunda), dependiendo de la concentración del ácido o base y la duración del contacto.
2. Irritación de la piel: Incluso una exposición breve a ácidos o bases fuertes puede causar irritación de la piel, enrojecimiento, picazón y sensación de ardor. La exposición prolongada puede provocar daños más graves.
3. Ampollas: Los ácidos y bases fuertes pueden provocar la formación de ampollas en la piel. Estas ampollas están llenas de líquido y pueden ser muy dolorosas.
4. Cicatrices: Las quemaduras químicas profundas causadas por ácidos o bases fuertes pueden provocar cicatrices, especialmente si no se tratan de manera oportuna y adecuada.
5. Decoloración: Los ácidos y bases fuertes pueden provocar que la piel se decolore, ya sea de forma temporal o permanente.
6. Destrucción de tejidos: En casos graves, los ácidos o bases fuertes pueden provocar una destrucción extensa del tejido, dañando no sólo la piel sino también las capas subyacentes, como músculos, tendones y huesos.
7. Efectos sistémicos: Si los ácidos o bases fuertes se absorben en el torrente sanguíneo, pueden provocar efectos sistémicos, como alteraciones electrolíticas, insuficiencia renal e incluso la muerte en casos graves.
Es importante manipular ácidos y bases fuertes con extrema precaución y usar siempre equipo de protección personal (EPP) adecuado, como guantes, gafas y ropa protectora, para evitar cualquier contacto accidental con la piel. En caso de exposición accidental, enjuague la zona afectada con abundante agua y busque atención médica de inmediato.