Anestesia:El cloroformo se utilizó históricamente como anestésico general durante los procedimientos quirúrgicos. Sin embargo, debido a su posible toxicidad y efectos secundarios, incluidos daño hepático y arritmias cardíacas, ha sido reemplazado en gran medida por alternativas más seguras como el éter y el halotano.
Industria farmacéutica:el cloroformo se utiliza como disolvente en la producción de ciertos productos farmacéuticos, como antibióticos y vitaminas. Su capacidad para disolver compuestos orgánicos lo hace adecuado para extraer y depurar sustancias químicas.
Química Orgánica:En los laboratorios de química orgánica, el cloroformo se emplea comúnmente como solvente para reacciones químicas y purificaciones. Es particularmente útil para extraer compuestos orgánicos de soluciones acuosas debido a su inmiscibilidad con el agua.
Agente desengrasante:Las propiedades disolventes del cloroformo lo hacen eficaz para eliminar la grasa y la suciedad de las superficies. Se utiliza comúnmente en industrias para la limpieza de piezas metálicas, componentes electrónicos y maquinaria.
Fumigante:El cloroformo se ha utilizado como fumigante para controlar plagas en productos almacenados, como cereales y textiles. Sin embargo, debido a sus posibles riesgos para la salud, su uso como fumigante se ha suspendido en gran medida.
Aplicaciones industriales:el cloroformo también se utiliza en ciertos procesos industriales, como la producción de tintes, caucho y plásticos. Puede servir como disolvente o material de partida para reacciones químicas.
Es importante señalar que debido a su toxicidad y su posible impacto ambiental, el cloroformo está sujeto a regulaciones y restricciones en muchos países. Se necesitan precauciones de seguridad y un manejo adecuado cuando se trabaja con cloroformo.