Sí, algunos cristales se pueden formar mediante un proceso llamado cristalización, que implica la transformación de una sustancia disuelta de una solución líquida a una estructura cristalina sólida. Este proceso ocurre cuando la concentración de la sustancia disuelta excede su límite de solubilidad, provocando que el material sobrante cristalice y se separe del líquido. Este fenómeno se puede observar en diversos entornos, como la formación de cristales de sal a partir de la evaporación del agua de mar o el crecimiento de cristales minerales dentro de respiraderos hidrotermales. Los minerales que forman estos cristales se disuelven inicialmente en el líquido y, a medida que cambian ciertas condiciones (por ejemplo, temperatura, presión, concentración), los minerales disueltos comienzan a cristalizar y salir de la solución.