Por ejemplo, cuando el dióxido de carbono (CO2), un óxido no metálico, reacciona con el agua, forma ácido carbónico (H2CO3):
CO2 + H2O → H2CO3
El ácido carbónico es un ácido débil que libera iones de hidrógeno cuando se disocia en agua. Los iones de hidrógeno resultantes hacen que la solución se vuelva ácida.
Por el contrario, los óxidos metálicos forman óxidos básicos porque reaccionan con el agua para producir bases. Esto se debe a que los metales tienen tendencia a atraer electrones cuando reaccionan con otras sustancias. Cuando reaccionan con el agua, reciben electrones de las moléculas de agua, que luego se dividen en iones de hidrógeno (H+) e iones de hidróxido (OH-). El exceso de iones de hidróxido hace que la solución se vuelva básica.
Por ejemplo, cuando el óxido de sodio (Na2O), un óxido metálico, reacciona con agua, forma hidróxido de sodio (NaOH):
Na2O + H2O → 2NaOH
El hidróxido de sodio es una base fuerte que libera iones de hidróxido cuando se disocia en agua. Los iones de hidróxido resultantes hacen que la solución se vuelva básica.