El nitrógeno, el átomo central del amoníaco, tiene cinco electrones de valencia. Por otra parte, cada átomo de hidrógeno tiene un electrón de valencia. Para lograr una configuración electrónica estable, el nitrógeno comparte sus tres electrones de valencia con los tres átomos de hidrógeno mediante enlaces covalentes.
Cada átomo de hidrógeno aporta su único electrón de valencia para formar un enlace covalente con el nitrógeno, lo que da como resultado tres enlaces covalentes N-H. Estos enlaces mantienen unidos los átomos y determinan la estructura molecular del amoníaco.