El equipo, dirigido por Johan Gaume y Christophe Jochum, construyó una configuración experimental personalizada para controlar cuidadosamente la temperatura, presión y humedad del aire circundante y de la muestra de hielo. Luego aplicaron una fuerza conocida a una muestra de hielo multicristalino y midieron su comportamiento de deformación y fractura.
Los investigadores observaron que antes de aplicar la carga, se formaban canales interconectados de agua líquida entre los cristales. Una vez que se aplica la carga, estos canales pueden propagarse y fusionarse, provocando una falla frágil en toda la muestra, incluso bajo cargas aplicadas modestas.
Los hallazgos del equipo podrían arrojar luz sobre varios fenómenos relacionados con la fractura del hielo, como los terremotos en los glaciares y la formación de hielo marino. Estos resultados también podrían abrir nuevas vías para diseñar las propiedades del hielo y mejorar el rendimiento de las tecnologías relacionadas con el hielo, como pistas de hielo y pistas de esquí.