Si bien se han estudiado los posibles efectos fisiológicos del gas sulfuro de hidrógeno (H₂S), la idea de que contiene la clave para una larga vida sigue siendo especulativa y requiere más investigación. Algunos estudios han sugerido que la exposición a bajas concentraciones de H₂S puede tener ciertos beneficios para la salud, como mejorar la función de las mitocondrias, que son las fábricas de energía dentro de las células. Sin embargo, estos estudios se realizaron en entornos de laboratorio controlados y se necesita más investigación para comprender completamente los efectos a largo plazo del H₂S en la esperanza de vida y la salud en general. Es esencial abordar estas afirmaciones con precaución y seguir las recomendaciones de los profesionales médicos.