Un enfoque prometedor es el uso de cultivos de cobertura. Los cultivos de cobertura son plantas que se cultivan entre hileras de maíz u otros cultivos para ayudar a eliminar las malezas, mejorar la salud del suelo y reducir la erosión. Varios estudios han demostrado que los cultivos de cobertura pueden ser eficaces para controlar las malezas en los campos de maíz, incluso sin el uso de atrazina.
Por ejemplo, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Nebraska encontró que una combinación de cultivos de cobertura de arveja peluda y cereal de centeno reducía la biomasa de malezas en un 95% en los campos de maíz. Otro estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Iowa encontró que una mezcla de cultivos de cobertura de trébol rojo y avena reducía la biomasa de malezas en un 70% en los campos de maíz.
Además de reducir la biomasa de malezas, los cultivos de cobertura también pueden ayudar a mejorar la salud del suelo y reducir la erosión. Los cultivos de cobertura ayudan a agregar materia orgánica al suelo, lo que mejora la estructura del suelo y la capacidad de retención de agua. Los cultivos de cobertura también ayudan a reducir la erosión al mantener el suelo en su lugar con sus raíces.
En general, el uso de cultivos de cobertura es un enfoque prometedor para reducir o eliminar el uso de atrazina en la producción de maíz dulce. Los cultivos de cobertura pueden ayudar a controlar las malezas, mejorar la salud del suelo y reducir la erosión, al mismo tiempo que brindan otros beneficios ambientales.