Se estima que la cantidad de nitrógeno fijado en el océano oscila entre 100 y 150 millones de toneladas al año. Se trata de una cantidad significativa de nitrógeno y es esencial para el crecimiento de plantas y animales marinos. La fijación de nitrógeno es un proceso que convierte el nitrógeno atmosférico en amoníaco, que luego puede ser utilizado por plantas y animales. Este proceso lo llevan a cabo bacterias que viven en el océano y se cree que estas bacterias pueden ser responsables de hasta la mitad del nitrógeno que se fija en el océano.