1. Dictyota spp.:Estas algas marrones producen sustancias químicas llamadas dictioles que pueden inhibir el crecimiento de los corales y la fotosíntesis. También pueden producir sulfuro de hidrógeno, que es tóxico para los corales.
2. Halimeda spp.:Esta alga verde libera un compuesto llamado halimedatriol, que puede inhibir la calcificación de los corales, el proceso mediante el cual los corales construyen sus esqueletos.
3. Lobophora variegeta:esta alga parda libera sustancias químicas que pueden dañar el tejido del coral y alterar la capacidad del coral para reproducirse y reclutarse.
4. Caulerpa spp.:Estas algas verdes producen sustancias químicas que pueden inhibir el crecimiento y la fotosíntesis de los corales. También pueden formar densas esteras que impiden que la luz del sol llegue a los corales.
5. Sargassum spp.:Estas algas marrones producen sustancias químicas que pueden inhibir el asentamiento y el crecimiento de los corales. También pueden formar grandes balsas que asfixian a los corales y bloquean la luz del sol.
La liberación de estas sustancias químicas nocivas puede verse influenciada por varios factores, como la contaminación de nutrientes, el aumento de la temperatura del agua y la sobrepesca, que pueden alterar el equilibrio natural del ecosistema. Cuando las poblaciones de algas marinas crecen excesivamente debido a estos factores, pueden producir más de estos químicos, lo que provoca mayores daños a los arrecifes de coral.
Proteger los arrecifes de coral de la guerra química y otras amenazas requiere un enfoque integral, que incluya reducir la contaminación por nutrientes, gestionar las actividades pesqueras, controlar las especies invasoras y abordar el cambio climático. Preservar el delicado equilibrio de los ecosistemas marinos es crucial para la salud y la resiliencia a largo plazo de los arrecifes de coral.