Anteriormente, existía el temor de que los contaminantes del cultivo de marihuana, en particular los pesticidas y fertilizantes utilizados en las operaciones de cultivo en interiores, pudieran filtrarse en las fuentes de agua. Sin embargo, las pruebas exhaustivas realizadas por CDPHE han demostrado consistentemente que no hay presencia de estas sustancias en el suministro de agua.
Los funcionarios de la ciudad se sienten tranquilos con estos hallazgos, ya que enfatizan la efectividad de las regulaciones existentes y las mejores prácticas vigentes para el cultivo de marihuana. El programa de monitoreo continuo del CDPHE garantiza además que la calidad del agua siga siendo segura para los residentes de la comunidad.