Esta revelación siguió al escándalo de emisiones en curso que involucra a VW y otros fabricantes de automóviles, que salió a la luz a raíz de la investigación de la EPA. El escándalo expuso el uso de dispositivos de desactivación en los automóviles VW que les permitieron eludir los controles de emisiones durante las pruebas, lo que resultó en mayores emisiones de NOx en la carretera.
La Agencia Francesa de Medio Ambiente y Gestión de la Energía (ADEME) llevó a cabo sus propias pruebas en automóviles VW después de que estalló el escándalo, replicando los métodos de prueba de la EPA. Los hallazgos de la agencia corroboraron las conclusiones de la EPA, que muestran que los autos VW emitieron niveles significativamente más altos de NOx durante la conducción en carretera que durante las pruebas de laboratorio.
El gobierno francés respondió iniciando acciones legales contra VW y buscando compensación para los consumidores afectados por el escándalo de las emisiones. El escándalo dañó gravemente la reputación de VW y desencadenó una serie de investigaciones, demandas y acciones regulatorias en todo el mundo. Destacó la importancia de procedimientos de prueba precisos y transparentes para garantizar que los vehículos cumplan con las regulaciones de emisiones y protejan la salud pública.