Impresión 3D: La idea de crear objetos tridimensionales a partir de archivos digitales se exploró por primera vez en historias de ciencia ficción como "La era del diamante" de Neal Stephenson. Hoy en día, la impresión 3D se utiliza en una variedad de industrias, incluidas la manufactura, la atención médica y la educación.
Realidad virtual: El concepto de crear mundos virtuales inmersivos se exploró por primera vez en novelas de ciencia ficción como "Snow Crash" de Neal Stephenson y "Neuromancer" de William Gibson. Hoy en día, la realidad virtual es un campo en rápido crecimiento con aplicaciones en juegos, educación y atención médica.
Inteligencia artificial: La idea de crear máquinas que puedan pensar por sí mismas ha sido un elemento básico de la ciencia ficción desde los inicios del género. Hoy en día, la inteligencia artificial es un campo en rápido crecimiento con aplicaciones en robótica, vehículos autónomos y procesamiento del lenguaje natural.
Ingeniería genética: El concepto de alterar la composición genética de los organismos se ha explorado en historias de ciencia ficción como "Un mundo feliz" de Aldous Huxley y "Parque Jurásico" de Michael Crichton. Hoy en día, la ingeniería genética es un campo en rápido crecimiento con aplicaciones en medicina, agricultura y ciencias ambientales.
Estos son sólo algunos ejemplos de cómo la ciencia ficción ha predicho los recientes desarrollos de alta tecnología en química. A medida que el campo de la ciencia continúa avanzando, es probable que aún más predicciones hechas por los escritores de ciencia ficción se hagan realidad.