En sus experimentos, los investigadores utilizaron pinzas topológicas para crear vórtices en un fluido activo. Los vórtices son patrones arremolinados de fluido que pueden transportar partículas y objetos. Los investigadores demostraron que podían utilizar las pinzas topológicas para controlar el tamaño, la forma y la rotación de los vórtices. Esto podría tener aplicaciones potenciales en microfluidos, donde es importante un control preciso del flujo de fluido.
Los investigadores también demostraron que podían utilizar pinzas topológicas para crear defectos topológicos en un fluido activo. Los defectos topológicos son puntos o líneas en un fluido donde las propiedades del fluido cambian abruptamente. En fluidos activos, los defectos topológicos pueden actuar como fuentes o sumideros de partículas y objetos. Los investigadores demostraron que podían utilizar las pinzas topológicas para controlar la creación y destrucción de defectos topológicos. Esto podría tener aplicaciones potenciales en el estudio de la física de la materia blanda, donde los defectos topológicos desempeñan un papel en muchos fenómenos diferentes.
La investigación se publica en la revista Nature Physics.