Los científicos utilizaron una variedad de técnicas, incluida la difracción de rayos X, la microscopía electrónica de transmisión y la espectroscopia fotoelectrónica de rayos X, para caracterizar la estructura y composición de los SAC. También emplearon varios métodos espectroscópicos, como la resonancia paramagnética electrónica y la espectroscopia de fluorescencia, para estudiar la generación y reactividad de los radicales OH en presencia de SAC.
Sus resultados mostraron que los SAC exhibieron una excelente actividad catalítica y estabilidad en los AOP. Los SAC pudieron activar eficientemente el peroximonosulfato (PMS), un agente oxidante común utilizado en los AOP, para producir radicales OH. Los radicales OH generados por los SAC eran altamente reactivos y capaces de degradar una amplia gama de contaminantes orgánicos, incluidos antibióticos, pesticidas y colorantes.
Los científicos también descubrieron que la actividad catalítica de los SAC estaba influenciada por su estructura y composición. Por ejemplo, los SAC con mayores cargas de metal y sitios activos más expuestos mostraron una mayor actividad catalítica. Además, el tipo de metal utilizado en los SAC jugó un papel crucial a la hora de determinar su actividad y selectividad.
En general, el estudio demostró el potencial de los SAC para mejorar la eficiencia y eficacia de los AOP en la purificación del agua. Los conocimientos adquiridos a partir de esta investigación pueden guiar el diseño y desarrollo de catalizadores más eficientes y sostenibles para los AOP, contribuyendo al avance de las tecnologías de tratamiento de agua.