Los aviones no suelen arrojar combustible antes de aterrizar. El vertido de combustible es un procedimiento que sólo se utiliza en circunstancias excepcionales cuando es necesario reducir rápidamente el peso de la aeronave por motivos de seguridad, como un fallo del motor o un mal funcionamiento del sistema hidráulico. En la mayoría de los casos, los aviones aterrizan de forma segura sin necesidad de descargar combustible.
El vertido de combustible es una práctica controvertida porque libera combustible no quemado a la atmósfera, lo que puede contribuir a la contaminación del aire y al calentamiento global. Debido a estas preocupaciones, muchas aerolíneas han adoptado políticas para minimizar el vertido de combustible siempre que sea posible.