La psilocibina es un profármaco, lo que significa que debe metabolizarse en el cuerpo para volverse activo. Una vez ingerida, la psilocibina se absorbe rápidamente en el tracto gastrointestinal y alcanza su concentración máxima en la sangre en 30 a 60 minutos. Luego el hígado lo metaboliza en psilocina. La psilocina es el compuesto activo que se une a los receptores de serotonina en el cerebro.
La serotonina es un neurotransmisor que participa en una variedad de funciones cerebrales, incluidos el estado de ánimo, la percepción y la cognición. Al unirse a los receptores de serotonina, la psilocina puede alterar la forma en que se llevan a cabo estas funciones cerebrales, lo que provoca los efectos psicodélicos de las setas mágicas.
Los efectos psicodélicos de las setas mágicas pueden variar según la dosis, el entorno del individuo y otros factores. Los efectos comunes incluyen alucinaciones visuales, alucinaciones auditivas, cambios en la percepción corporal, estados alterados de conciencia y experiencias espirituales. Los hongos mágicos también pueden producir cambios positivos en el estado de ánimo, la ansiedad y la depresión, y se ha demostrado que tienen potencial terapéutico para tratar una variedad de afecciones de salud mental.