Los tiburones no reciclan el amoníaco tóxico para mantener su piel húmeda. Los tiburones tienen una estructura de piel única que les ayuda a mantenerse húmedos sin necesidad de reciclar amoníaco. Su piel está cubierta de dentículos dérmicos, que son pequeñas escamas parecidas a dientes que ayudan a protegerlos de daños y reducir la pérdida de agua. Además, los tiburones tienen una capa de moco que les ayuda a mantener su piel húmeda y protegida del medio ambiente.