Los reactores nucleares son dispositivos que controlan y sostienen reacciones de fusión. El tipo más común de reactor nuclear es el tokamak, que utiliza un campo magnético para confinar el combustible de fusión o plasma.
En un tokamak, el plasma se calienta a temperaturas extremadamente altas, lo que hace que los núcleos de los átomos del plasma se muevan más rápido y choquen entre sí con fuerza suficiente para fusionarse. Las reacciones de fusión liberan energía en forma de calor, que puede utilizarse para generar vapor e impulsar una turbina para producir electricidad.
La construcción y operación de reactores de fusión nuclear requiere tecnología y materiales complejos que puedan resistir el calor y la radiación extremos producidos por las reacciones de fusión. A pesar de los desafíos, los científicos e ingenieros continúan trabajando para desarrollar la energía de fusión como una fuente de energía limpia, segura y potencialmente ilimitada para el futuro.