1. Fluctuaciones de temperatura:
El chocolate es particularmente sensible a los cambios de temperatura. Cuando el chocolate se expone a altas temperaturas, la manteca de cacao, un componente clave responsable de su rica textura, comienza a derretirse. Al enfriarse, la manteca de cacao recristaliza formando cristales más grandes que dispersan la luz y le dan al chocolate una apariencia blanquecina. Esto se conoce como "floración gorda".
2. Exposición a la humedad:
La humedad y la condensación pueden causar estragos en el chocolate. La humedad hace que los cristales de azúcar del chocolate se disuelvan y recristalicen, lo que da como resultado la formación de una película blanquecina en la superficie. Este fenómeno se llama "floración del azúcar". La floración del azúcar también contribuye a la apariencia opaca y a la pérdida de brillo del chocolate.
3. Migración de grasas:
A veces, el chocolate puede desarrollar vetas o manchas blancas debido a la migración de grasa. Esto ocurre cuando la manteca de cacao se separa de los demás componentes del chocolate y sube a la superficie. La migración de grasas puede ser provocada por fluctuaciones de temperatura o por un almacenamiento prolongado en condiciones inadecuadas.
4. Malas prácticas de almacenamiento:
Almacenar el chocolate bajo la luz solar directa, cerca de fuentes de calor o en áreas con alta humedad puede acelerar el deterioro. Las condiciones ideales de almacenamiento del chocolate implican un ambiente fresco y seco, preferiblemente a una temperatura entre 60 °F y 65 °F (15,5 °C y 18,3 °C).
5. Composición del chocolate:
La composición del chocolate también influye en su tendencia a florecer. Los chocolates con un alto porcentaje de sólidos de cacao y mínimos aditivos son más propensos a florecer debido a su mayor sensibilidad a los cambios de temperatura. Por el contrario, los chocolates con un mayor contenido de sólidos lácteos o azúcar tienen menos probabilidades de florecer.
Antes de iniciar sesión en la escuela:
1. Guarde el chocolate en un lugar fresco y seco, alejado de fuentes de calor y luz solar.
2. Evite exponer el chocolate a fluctuaciones extremas de temperatura.
3. Mantenga el chocolate en un recipiente hermético para minimizar la exposición a la humedad.
4. Consuma chocolate en un plazo de tiempo razonable para garantizar su frescura.
5. Elija chocolates con un temperamento de alta calidad, lo que indica un manejo cuidadoso durante la producción para reducir el riesgo de floración.
Recuerde, si bien la floración del chocolate no presenta ningún riesgo para la seguridad, puede afectar la textura y la apariencia del chocolate. Si nota una ligera floración en su chocolate, aún es seguro consumirlo. ¡Simplemente déjalo derretirse y disfruta del rico sabor a chocolate!