Para entender los decibeles, es útil pensar en ellos en términos de potencias de 10. Cada aumento de 10 dB representa un aumento diez veces mayor en la potencia del sonido. Por ejemplo, 10 dB es diez veces más fuerte que 0 dB, 20 dB es 100 veces más fuerte que 0 dB, y así sucesivamente.
Los decibelios se pueden medir utilizando un sonómetro. Este dispositivo mide el nivel de presión sonora (SPL) en decibeles. SPL es la medida de la presión sonora relativa a una presión de referencia de 20 micropascales (μPa).
Los sonómetros suelen tener un rango de medición de 0 a 140 dB. El extremo inferior de este rango representa el umbral de la audición humana, mientras que el extremo superior representa el umbral del dolor.
Los decibelios se utilizan en una variedad de aplicaciones, que incluyen:
* Medición del volumen del sonido.
* Evaluación de niveles de ruido en lugares de trabajo y áreas públicas.
* Calibración de equipos de audio.
* Diseño de sistemas de insonorización.
Es importante tener en cuenta que los decibeles no son una medida de la calidad del sonido. Un sonido puede ser fuerte pero aun así sonar mal, o puede ser suave pero aun así sonar bien. Los decibeles simplemente miden el volumen relativo de un sonido.