Una fibra microestructurada (izquierda) contiene poros (derecha) que se pueden rellenar con un material de cambio de fase que absorbe y libera energía térmica. Crédito: Interfaces y materiales aplicados ACS 2020, DOI:10.1021 / acsami.0c02300
Imagina una sola prenda que pudiera adaptarse a las condiciones climáticas cambiantes, mantener a su portador fresco en el calor del mediodía pero abrigado cuando sopla una tormenta nocturna. Además de usarlo al aire libre, dicha ropa también se puede usar en interiores, reduciendo drásticamente la necesidad de aire acondicionado o calefacción. Ahora, investigadores que informan en Interfaces y materiales aplicados ACS han hecho un fuerte, tela cómoda que calienta y refresca la piel, sin entrada de energía.
Los "textiles inteligentes" que pueden calentar o enfriar al usuario no son nada nuevo, pero típicamente la misma tela no puede realizar ambas funciones. Estos textiles tienen otros inconvenientes, también, pueden ser voluminosos, pesado, frágil y caro. Muchos necesitan una fuente de alimentación externa. Guangming Tao y sus colegas querían desarrollar un tejido más práctico para la gestión térmica personal que pudiera superar todas estas limitaciones.
Los investigadores congelaron seda y quitosano, un material del esqueleto exterior duro de los mariscos, en fibras coloreadas con microestructuras porosas. Llenaron los poros con polietilenglicol (PEG), un polímero de cambio de fase que absorbe y libera energía térmica. Luego, recubrieron los hilos con polidimetilsiloxano para evitar que el PEG líquido se filtrara. Las fibras resultantes eran fuertes, flexible y repelente al agua. Para probar las fibras, los investigadores los tejieron en un parche de tela que colocaron en un guante de poliéster. Cuando una persona que usa el guante coloca su mano en una cámara caliente (122 ° F), el PEG sólido absorbió el calor del medio ambiente, derritiéndose en un líquido y enfriando la piel debajo del parche. Luego, cuando la mano enguantada se movió a una cámara fría (50 ° F), el PEG solidificado, liberando calor y calentando la piel. El proceso de fabricación de la tela es compatible con la industria textil existente y podría ampliarse para la producción en masa. dicen los investigadores.