El proceso de endurecimiento del caucho se conoce como vulcanización. Este método fue descubierto accidentalmente a principios del siglo XIX y luego se desarrolló para encontrar la forma de hacer látex, la excreción natural de los árboles de caucho, más rígida y resistente a la abrasión. Después de aplicar calor, se agregan azufre y otros químicos al caucho natural. El orden en que se agregan los productos químicos, así como su cantidad y naturaleza, son cruciales para el éxito del proceso de vulcanización. Mientras aún está caliente, el caucho vulcanizado se coloca en un molde. Al enfriarse, queda una goma conformada y endurecida.
Use guantes ya que la máquina de moldeo de vulcanización de caucho deberá calentarse hasta por lo menos 140 grados Celsius. La maquinaria se calentará y los moldes pueden estar calientes cuando los retire. Además, el caucho natural es adhesivo y se adhiere a sus manos desnudas.
Mezcle azufre en la cantidad deseada de látex. La cantidad de azufre añadido se determina usando una relación conocida como partes en peso por cien partes de caucho (pphr). La cantidad estándar utilizada en la industria actual es de 2.5 pphr. Esta relación puede alterarse para crear caucho vulcanizado con diferentes propiedades, pero 2.5 pphr asegura el mayor nivel de durabilidad.
Agregue 1 pphr de óxido de zinc a la mezcla. Este compuesto activa el proceso de vulcanización y ayuda al azufre a establecer mejores enlaces moleculares con el caucho natural. Esto aumenta la durabilidad en el producto final.
Agregue uno de los muchos aceleradores posibles a la mezcla de látex. El tiazol y la sulfenamida son opciones comunes. La relación puede variar de 1 a 3 pphr.
Agregue 1 pphr de un antioxidante a la mezcla. Los antioxidantes evitarán el deterioro del exterior del producto terminado debido a la oxidación del oxígeno molecular o el ozono en el aire.
Calienta la mezcla en algún lugar entre 140 grados y 180 grados Celsius. La temperatura mantenida durante toda la vulcanización afectará la forma en que el azufre forma un polímero, o cadena de moléculas, con el caucho natural.
Vierta el caucho vulcanizado líquido en un molde de su elección. Permita que se enfríe. El producto terminado será duradero, resistente a la abrasión y la oxidación y mucho más duro que el látex natural con el que comenzó el proceso.