Científico de la Universidad de Córdoba, trabajar con un equipo de investigación internacional, ha creado un nuevo material monocristalino poroso que podría tener muchas aplicaciones en nanotecnología y catálisis.
Los materiales porosos contienen espacios intermoleculares o cavidades entre átomos. Porque estas caries, conocido como poros, puede almacenar e incluso separar moléculas, estos materiales son de gran valor en el campo de la nanotecnología. Ya de gran importancia en aplicaciones industriales, todavía hay margen para mejorar las propiedades de los materiales porosos. Según un estudio publicado en la revista líder Ciencias , Rafael Luque del Departamento de Química Inorgánica de la Universidad de Córdoba y colaboradores internacionales han desarrollado un novedoso material poroso con nuevas características y propiedades que mejorarán el rendimiento en una variedad de aplicaciones.
El nuevo material es un solo cristal, cuya estructura cristalina continua asegura una mayor pureza. Al mismo tiempo, se puede controlar su porosidad; su estructura, que comprende microporos de menos de dos nanómetros, puede mejorarse mediante la incorporación de macroporos, es decir, poros mayores de 50 nanómetros. Rafael Luque dice, "Esto significa que las moléculas más grandes pueden encajar cómodamente en los macroporos para su posterior conversión o transformación". Es más, el procedimiento empleado para generar porosidad controlada utiliza perlas de poliestireno, "un agente económico y fácilmente disponible".
Esta investigación podría marcar un punto de inflexión en diversos campos científicos. Luque dice, "Hemos desarrollado un material monocristalino con porosidad controlada; estas propiedades duales hacen que materiales como este sean especialmente valiosos para una variedad de aplicaciones en los campos de la catálisis y la adsorción". Estos hallazgos pueden, por ejemplo, hacer catálisis, la aceleración de una reacción química, más rápido, más efectivo, y más sensible a diferentes tamaños y formas de moléculas. El nuevo material también puede tener aplicaciones clave para la adsorción de gas (CO2) y la conductividad electrónica.