Cuando los científicos realizan experimentos de microbiología, deben asegurarse de que no crezcan microorganismos inesperados en sus placas de Petri y tubos de ensayo. El proceso de matar o eliminar todos los microbios capaces de reproducirse se llama esterilización, y se puede lograr mediante métodos físicos y químicos. Sin embargo, para las placas de Petri pre-envueltas, la técnica más efectiva es la exposición a la radiación gamma ionizante o haces de electrones.
Disparos para la esterilización
Después de colocar las placas de Petri en su envoltorio plástico final, son bombardeados con un rayo de alta energía de radiación gamma, que se genera a partir de un elemento radiactivo como el cobalto-60 o electrones, que son producidos por un acelerador de electrones. Cuando estos haces golpean a los microorganismos, dañan sus secuencias de ADN, causando mutaciones que hacen que los microbios no puedan reproducirse.