La fermentación es un proceso químico que deriva energía de la descomposición de compuestos orgánicos. Se pueden producir diferentes tipos de fermentación, incluida la fermentación homoláctica, heterolactica y alcohólica. La ocurrencia de cada proceso se basa en varios factores, como la disponibilidad de oxígeno y el tipo de organismo que utiliza el proceso. A pesar de la variedad de estas diferentes vías de fermentación, el reactivo utilizado para cada proceso es un azúcar simple que puede descomponerse fácilmente para formar los productos finales deseados.
Fermentación Homolactic en Bacterias
Fermentación Homolactic en bacterias da como resultado la formación de cuatro moléculas de ácido láctico a partir de una molécula de cada uno de los reactivos, que son lactosa y agua. Este tipo de fermentación se lleva a cabo en ambientes anaeróbicos o deficientes en oxígeno y es responsable del sabor agrio de la mayoría de los yogures. <
Fermentación Homolactic en células musculares
La fermentación homolactic también ocurre en las células musculares y da como resultado la formación de dos moléculas de ácido láctico a partir de la descomposición del reactivo. La glucosa es el reactivo de azúcar simple utilizado en este tipo de fermentación homoláctica, en lugar de la lactosa utilizada en el caso de las bacterias. Este proceso de producción de energía es empleado por las células musculares cuando los niveles de oxígeno son bajos, como durante los períodos de ejercicio extremo. El producto final de ácido láctico es también uno de los factores responsables del dolor muscular después del ejercicio.
Fermentación heterólactica
La fermentación heterólacta, al igual que el proceso homoláctico en las células musculares, usa glucosa como reactante y ocurre anaeróbicamente Los productos de esta vía, sin embargo, son una molécula de ácido láctico, una molécula de etanol y una molécula de dióxido de carbono.
Fermentación alcohólica
La levadura es un alcohol o etanol. y algunas bacterias como un medio de producción de energía a partir de la descomposición de la glucosa simple de azúcar, lo que resulta en la formación de etanol y dióxido de carbono. Este proceso se usa comercialmente en la producción de pan y alcohol.