El propano, ya sea quemado como un gas o líquido, se almacena en forma líquida en un tanque portátil o estacionario. Los pequeños tanques portátiles se utilizan con parrillas de gas y electrodomésticos similares, mientras que los tanques estacionarios se montan en las patas y generalmente se colocan en el patio trasero de un hogar o negocio o se entierran bajo tierra. Los tanques estacionarios de propano líquido requieren cuidado en la instalación, el llenado y el mantenimiento.
Todos los tanques de propano aprobados para su uso deben estar equipados con una serie estándar de válvulas. Estos incluyen una válvula de llenado para conectar una manguera de entrega desde un camión; una válvula de retorno de vapor para mantener la presión dentro de los límites durante la entrega; una válvula de servicio, que convierte el gas líquido en vapor; una válvula de alivio para purgar el exceso de presión en situaciones de emergencia; y una válvula de extracción de líquido, que gobierna la cantidad de gas LP extraído del tanque. También deben estar operativos dos tipos de indicadores: un flotador que muestra la cantidad de propano en el tanque y un indicador de nivel de líquido fijo que advierte cuando el nivel está por exceder el máximo permitido de llenado del 80 por ciento.
Instalación y uso
Solo una compañía de propano con licencia puede instalar un tanque de almacenamiento de propano líquido. Dicha empresa es responsable de garantizar el cumplimiento de todas las reglamentaciones relativas a los permisos y las distancias requeridas, así como a determinar el tanque de tamaño adecuado para la aplicación planificada. Generalmente se requiere una grúa para la instalación. Después de completar la instalación y verificar la seguridad, el personal de la compañía llena el tanque e instruye al usuario sobre el funcionamiento correcto. La operación real del propano líquido es simple, porque no se requiere ningún mecanismo o convertidor para llevarlo de un líquido a un gas. El propano tiene un punto de ebullición muy bajo de 43,6 grados por debajo de 0 F, lo que significa que se autovacia cuando se libera del tanque presurizado a cualquier temperatura superior a esa. Después de su descarga a través de la válvula de servicio, el propano recientemente gaseoso viaja a través de tuberías hasta el edificio, donde se quema en los artefactos o se usa como refrigerante.
Recarga y mantenimiento
El conductor del la compañía de instalación regresará para llenar el tanque según sea necesario. El tanque debe ser recertificado para su operación segura por personal calificado no menos de 12 años después de la fabricación. Esa inspección debe repetirse posteriormente cada 5 años. El lugar de instalación debe elegirse cuidadosamente para minimizar las posibilidades de golpes, inundaciones o abolladuras del cilindro a lo largo de los años.
Consideraciones de seguridad
Los particulares no pueden autoinstalar almacenamiento de propano líquido tanques. Para garantizar la seguridad del consumidor, todos los tanques de propano grandes deben construirse de acuerdo con las normas de la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Mecánicos (ASME). Deben pintarse con un color reflectante, colocarse a nivel y mostrar la placa de identificación del fabricante para rellenar. Para los tanques sobre el suelo, debe haber una almohadilla de concreto nivelada antes de la instalación, y una zanja que coincida con los códigos locales debe ser excavada (a veces, pero no siempre) por la compañía de instalación para la tubería de gas a la casa o edificio. Las instalaciones subterráneas deben seguir los códigos del tamaño del orificio y la proximidad a tanques sépticos u otros agujeros. El registro de seguridad de cualquier empresa debe verificarse comunicándose con el organismo regulador estatal correspondiente antes de contratar la instalación.