1. Organización celular: Los organismos están formados por una o más células. Una sola célula, como una bacteria, se considera un organismo, pero también lo son los organismos multicelulares como los humanos.
* Excepción: Los virus se consideran no vivos porque carecen de la estructura celular requerida para la vida independiente. Necesitan infectar una célula huésped para reproducir.
2. Metabolismo: Los organismos llevan a cabo reacciones químicas para mantener la vida. Esto incluye tomar nutrientes, convertir energía y eliminar los desechos.
3. Crecimiento y desarrollo: Los organismos aumentan en tamaño y complejidad con el tiempo. Esto puede involucrar la división celular, la diferenciación y las funciones especializadas dentro del organismo.
4. Reproducción: Los organismos producen descendencia, transmitiendo su material genético. Esto puede ser a través de la reproducción asexual o sexual.
5. Homeostasis: Los organismos mantienen un entorno interno estable, a pesar de los cambios externos. Esto incluye regular la temperatura, el pH y el equilibrio de fluidos.
6. Respuesta a los estímulos: Los organismos reaccionan a los cambios en su entorno. Esto puede incluir movimiento, cambios en el comportamiento o ajustes fisiológicos.
7. Adaptación: Con el tiempo, los organismos evolucionan y se adaptan a su entorno. Esto significa que sus características pueden cambiar para adaptarse mejor a su entorno.
Nota importante: Es importante tener en cuenta que estas características no siempre están claras. Puede haber excepciones y áreas grises, particularmente al examinar los organismos al margen de la vida, como virus y priones.
Conclusión: Determinar si algo es un organismo se basa en una combinación de estas características. La presencia de más de estas características, especialmente de una manera coordinada e interconectada, sugiere fuertemente que algo está vivo. Sin embargo, la decisión se basa en última instancia en la observación científica, el análisis y el consenso dentro de la comunidad científica.