Linneo clasificó los organismos basándose en las similitudes en sus características físicas, como su morfología y anatomía. Creía que los organismos podían identificarse y clasificarse en función de sus características compartidas y desarrolló un sistema conocido como nomenclatura binomial, donde a cada especie se le asigna un nombre único de dos partes que consta de género y especie. Al agrupar los organismos según sus similitudes, Linneo creó un sistema de clasificación jerárquico que permitió la identificación y organización de la diversidad de la vida. Este sistema, conocido como taxonomía de Linneo, todavía lo utilizan los científicos hoy en día como base para la clasificación moderna.