¿Cómo se vuelven más espesas las células cancerosas a medida que mueren? Aquí hay algunos factores clave involucrados:
Cambios en las moléculas de la superficie celular: La superficie de las células cancerosas está decorada con varias moléculas, incluidas proteínas y carbohidratos, que son responsables de las interacciones entre células y de la adhesión al entorno circundante. A medida que las células cancerosas progresan y sufren alteraciones genéticas, la expresión y composición de estas moléculas de superficie pueden cambiar. Esto puede provocar una mayor adhesividad entre las células cancerosas, lo que hace que formen grupos o grumos cohesivos.
Pérdida de la inhibición del contacto: Normalmente, las células sanas presentan un fenómeno llamado inhibición de contacto, lo que significa que dejan de dividirse cuando entran en contacto con las células vecinas. Este mecanismo ayuda a mantener la organización de los tejidos y previene el crecimiento celular descontrolado. Sin embargo, las células cancerosas suelen perder esta capacidad debido a mutaciones o alteraciones en las vías de señalización celular. Como resultado, continúan dividiéndose y apilándose unas encima de otras, creando una masa densa y pegajosa de células.
Aumento de la producción de matriz extracelular: La matriz extracelular (MEC) es una red compleja de moléculas que rodea y sostiene las células dentro de los tejidos. Las células cancerosas pueden producir cantidades excesivas de componentes de la MEC, como colágeno, fibronectina y ácido hialurónico. Este aumento de la producción de ECM contribuye a la pegajosidad y compacidad de los grupos de células cancerosas, lo que dificulta que las células inmunitarias penetren en ellos y los destruyan.
Activación de vías de señalización relacionadas con la adhesión: Varias vías de señalización dentro de las células cancerosas pueden promover una mayor adhesión. Por ejemplo, la activación de ciertos receptores del factor de crecimiento, como el receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), puede desencadenar señales intracelulares que mejoran la expresión de moléculas de adhesión y la producción de componentes de la MEC. Esto contribuye aún más a la naturaleza pegajosa de las células cancerosas.
La mayor pegajosidad o pegajosidad de las células cancerosas tiene varias implicaciones:
Crecimiento tumoral mejorado: La capacidad de las células cancerosas para adherirse entre sí y a la MEC circundante les ayuda a formar tumores cohesivos. Estos tumores pueden invadir los tejidos circundantes, provocando crecimiento y expansión local.
Metástasis: La mayor adhesividad de las células cancerosas también facilita su propagación a sitios distantes. Las células cancerosas circulantes pueden adherirse a las paredes de los vasos sanguíneos y extravasarse a los tejidos circundantes, iniciando la formación de nuevos tumores (metástasis) en varios órganos.
Resistencia a la terapia: La naturaleza densa y cohesiva de los grupos de células cancerosas puede dificultar que los medicamentos y las células inmunitarias penetren y se dirijan eficazmente al tumor. Esto puede contribuir a la resistencia al tratamiento y a la progresión de la enfermedad.
Comprender los mecanismos subyacentes al aumento de la adherencia de las células cancerosas es esencial para desarrollar estrategias terapéuticas que puedan atacar estas propiedades. Interrumpir la adhesión celular y romper los grupos de células cancerosas podría mejorar la eficacia de los tratamientos contra el cáncer y mejorar los resultados de los pacientes.