El sabor y la calidad están influenciados principalmente por factores como la raza, la dieta, la edad y los métodos de cultivo. Las prácticas agrícolas sin dolor se centran en proporcionar condiciones de vida cómodas, minimizar el estrés y garantizar una atención veterinaria adecuada. Estas prácticas pueden conducir a animales más sanos y contentos, pero no están directamente relacionadas con cambios en el sabor de la carne.
Es importante señalar que las prácticas agrícolas humanitarias, incluidos los métodos indoloros, son esenciales por razones éticas y para garantizar el bienestar animal. Sin embargo, el objetivo principal de estas prácticas es reducir el sufrimiento de los animales, no alterar el sabor o la calidad de la carne producida.