La malaria es una enfermedad devastadora que mata a cientos de miles de personas cada año, principalmente en África. La enfermedad es transmitida por las hembras del mosquito Anopheles, que inyectan el parásito a los humanos cuando pican. Una vez dentro del cuerpo humano, el parásito se multiplica en el hígado y luego infecta los glóbulos rojos, provocando síntomas como fiebre, escalofríos y fatiga.
En los últimos años, ha habido un interés creciente en desarrollar nuevas formas de controlar la malaria atacando al mosquito. Un enfoque consiste en identificar genes en los mosquitos que participan en la defensa contra el parásito. Estos genes podrían luego ser atacados con nuevos medicamentos o vacunas para hacer que los mosquitos sean más susceptibles a la infección.
En el estudio actual, los investigadores utilizaron una técnica llamada secuenciación de ARN para identificar genes en Anopheles gambiae que se activan en respuesta a la infección por Plasmodium falciparum. Descubrieron que varios genes están regulados positivamente en los mosquitos infectados, incluidos genes implicados en la respuesta inmune, la degradación de proteínas y el metabolismo.
Los investigadores también encontraron que algunos de los genes regulados positivamente están ubicados en regiones del genoma del mosquito que están asociadas con la resistencia a los parásitos de la malaria. Esto sugiere que estos genes pueden desempeñar un papel en la defensa natural de los mosquitos contra la malaria.
Los hallazgos de este estudio proporcionan nuevos conocimientos sobre los mecanismos moleculares de la resistencia de los mosquitos a los parásitos de la malaria. Este conocimiento podría utilizarse para desarrollar nuevas formas de controlar la malaria atacando al mosquito.
"Al comprender cómo los mosquitos se defienden contra los parásitos de la malaria, podemos desarrollar nuevas estrategias para hacerlos más susceptibles a la infección", afirmó George Dimopoulos, PhD, profesor de microbiología molecular e inmunología en la Escuela de Salud Pública Bloomberg y autor principal del estudio. . "Esto podría conducir a nuevas herramientas para controlar la malaria y salvar vidas".