Los experimentos revelan cómo las moscas de la fruta equilibran las fuerzas competitivas de la inercia de las alas, la resistencia aerodinámica y la sustentación para lograr un vuelo estable. Los hallazgos sugieren que las moscas de la fruta pueden utilizar una estrategia de control similar a la utilizada por los helicópteros, en la que las alas actúan como palas giratorias para generar sustentación y controlar la dirección del vuelo.
Un equipo de investigadores del Instituto de Tecnología de California (Caltech) y la Universidad de California, Berkeley, desarrolló una nueva configuración experimental que les permitió medir, por primera vez, las fuerzas aerodinámicas detalladas que actúan sobre las moscas de la fruta en vuelo. Los experimentos se realizaron en un túnel de viento hecho a medida, con una característica única que permitió a los investigadores rotar las moscas de la fruta mientras estaban en vuelo, de manera similar a cómo puede girar una cámara en fotografías en cámara lenta.
Los resultados de los experimentos proporcionan nuevos conocimientos sobre cómo las moscas de la fruta logran un vuelo estable. Los investigadores descubrieron que las moscas de la fruta utilizan una combinación de inercia de las alas y fuerzas aerodinámicas para controlar su vuelo. Cuando las alas avanzan, generan una gran cantidad de sustentación, pero también mucha resistencia. A medida que las alas se mueven hacia atrás, generan menos sustentación, pero también menos resistencia. Esta diferencia de fuerzas hace que la mosca de la fruta gire en la dirección opuesta al movimiento del ala.
Los investigadores creen que las moscas de la fruta pueden utilizar este movimiento de rotación para controlar la dirección de su vuelo. Al variar la cantidad de sustentación y resistencia generada por las alas, las moscas de la fruta pueden ajustar el ángulo de ataque de sus alas y cambiar la dirección de su vuelo. Esta estrategia de control es similar a la utilizada por los helicópteros, en los que las alas actúan como palas giratorias para generar sustentación y controlar la dirección del vuelo.
Los nuevos experimentos proporcionan una herramienta valiosa para estudiar la aerodinámica del vuelo de los insectos y podrían ofrecer información sobre el diseño de pequeños robots voladores. Al comprender cómo vuelan las moscas de la fruta, los investigadores podrán diseñar pequeños robots voladores que sean capaces de realizar maniobras complejas, como flotar, volar boca abajo e incluso volar en espacios reducidos.