Formación agresiva:
En condiciones normales, las células cuentan con mecanismos de control de calidad para identificar y eliminar las proteínas dañadas. Cuando la acumulación de proteínas dañadas excede la capacidad de la célula para manejarlas, se forman agresores. Los agresores actúan como compartimentos de almacenamiento de proteínas que secuestran estas proteínas dañadas, previniendo sus efectos tóxicos sobre las funciones celulares.
Activación del inflamasoma:
Los inflamasomas son complejos proteicos que desempeñan un papel fundamental en la respuesta inmune innata. Cuando se forman agresomas, pueden interactuar y activar los inflamasomas, particularmente el inflamasoma NLRP3. El inflamasoma NLRP3 detecta el estrés celular y desencadena la liberación de citocinas inflamatorias, como la interleucina-1β (IL-1β) y la interleucina-18 (IL-18).
Liberación de citoquinas:
La activación del inflamasoma NLRP3 conduce al procesamiento y liberación de IL-1β e IL-18, que son mediadores inflamatorios clave. Estas citocinas actúan sobre varios tipos de células, incluidas las células inmunitarias, las células endoteliales y los fibroblastos, promoviendo la inflamación y las respuestas inmunitarias.
Inflamación y enfermedad:
La reutilización de los sistemas de eliminación de basura para promover la inflamación tiene implicaciones en diversas enfermedades. Este proceso está implicado en enfermedades inflamatorias crónicas, trastornos neurodegenerativos e incluso ciertos tipos de cáncer. Por ejemplo, en la enfermedad de Alzheimer, la acumulación de proteínas mal plegadas, como la beta amiloide, puede provocar la formación de agresiones y la posterior activación del inflamasoma, lo que contribuye a la respuesta inflamatoria en el cerebro.
Al comprender cómo las células reutilizan sus sistemas de eliminación de basura para promover la inflamación, los científicos están obteniendo información sobre los mecanismos subyacentes a diversas enfermedades. Dirigirse a la formación de agresores o a la activación del inflamasoma podría proporcionar nuevas estrategias terapéuticas para controlar los trastornos inflamatorios y mitigar sus complicaciones asociadas.