Los investigadores descubrieron que una proteína llamada APOBEC3A, que normalmente participa en la protección de las células contra el daño del ADN, también puede usarse para matar células cancerosas. APOBEC3A hace esto provocando mutaciones en el ADN de las células cancerosas, lo que conduce a la muerte celular.
Los investigadores pudieron convertir APOBEC3A en un arma anticancerígena mediante el uso de una pequeña molécula inhibidora para bloquear su función protectora normal. Esto permitió a APOBEC3A mutar libremente el ADN de las células cancerosas, provocando su muerte.
Los investigadores probaron su enfoque en una variedad de líneas celulares cancerosas, incluidas aquellas de cáncer de mama, pulmón y colon. Descubrieron que APOBEC3A podía matar células cancerosas en todas las líneas celulares analizadas.
Los investigadores creen que sus hallazgos podrían conducir a nuevos tratamientos para una variedad de cánceres. Actualmente están trabajando para desarrollar fármacos que puedan inhibir la función protectora de APOBEC3A y permitirle matar las células cancerosas.
"Nuestros hallazgos sugieren que APOBEC3A podría ser un objetivo prometedor para la terapia contra el cáncer", afirmó el autor del estudio, el Dr. Robert Nussenzweig. "Estamos entusiasmados con el potencial de este enfoque para conducir a nuevos tratamientos para pacientes con cáncer".
El cáncer es una de las principales causas de muerte en todo el mundo y se necesitan con urgencia nuevos tratamientos. El descubrimiento de los investigadores de que APOBEC3A podría convertirse en un arma contra el cáncer es un prometedor paso adelante en la lucha contra esta devastadora enfermedad.