Los perros tienen una estructura de lengua única que les permite lamer agua muy rápidamente. Sus lenguas son largas y flexibles, y tienen una serie de crestas en la parte inferior que ayudan a crear canales por los que fluye el agua. Cuando un perro lame agua, su lengua forma una copa y el agua es aspirada hacia los canales por acción capilar. Luego el perro cierra la boca y traga el agua.
La velocidad a la que un perro puede lamer agua está determinada por el tamaño de su lengua y el número de crestas en su parte inferior. Los perros más grandes tienen lenguas más largas con más crestas, por lo que pueden lamer agua más rápidamente que los perros más pequeños. ¡Algunos perros pueden lamer agua a un ritmo de hasta un litro por segundo!
La capacidad de beber agua rápidamente es una adaptación valiosa para los perros. Les permite mantenerse hidratados incluso cuando corren o juegan. Los perros también usan la lengua para refrescarse jadeando. Cuando un perro jadea, su lengua evapora la saliva, lo que ayuda a bajar su temperatura corporal.
Aquí hay una explicación más detallada de la física detrás del lapeado:
Cuando un perro lame agua, su lengua tiene forma de copa. El agua es aspirada hacia los canales en la parte inferior de la lengua por acción capilar. La acción capilar es la capacidad de un líquido de fluir a través de un tubo estrecho sin la ayuda de fuerzas externas. Las moléculas de agua son atraídas por las paredes de los canales y esta atracción las empuja hacia arriba.
La altura a la que sube el agua en los canales está determinada por el diámetro de los canales y la tensión superficial del agua. La tensión superficial es la fuerza que une la superficie de un líquido. Cuanto menor sea el diámetro de los canales, más subirá el agua. Cuanto mayor sea la tensión superficial del agua, menor ascenderá.
En los perros, los canales de la parte inferior de la lengua son muy estrechos y la tensión superficial del agua es relativamente alta. Esto significa que el agua sube mucho en los canales y el perro puede lamer agua muy rápidamente.
Lamer también es una forma muy eficaz para que los perros beban agua. Cuando un perro lame agua, no desperdicia agua. Toda el agua que ingresa a los canales se traga. Esto contrasta con beber de un cuenco, donde parte del agua puede salirse de la boca del perro.
Lamer es un comportamiento natural de los perros. No es necesario que les enseñen cómo hacerlo. Los cachorros comienzan a lamer el agua tan pronto como pueden beber.